Hay una enorme carencia de varones sabios, por lo menos en las iglesias que conozco. Los creyentes masculinos parecen estar más interesados en el aspecto físico de su futura esposa que en su madurez espiritual.
Esto lleva a cualquier iglesia a una crisis de liderazgo. Las iglesias locales parecen inundadas de mujeres solteras, muchas dispuestas a servir, y hombres impedidos por malas decisiones, tomadas más por impaciencia que por la búsqueda de la voluntad divina.
Recuerdo haber escuchado, hace varios años, a un ingenuo neófito decir que no era importante que el varón escogiera a una mujer creyente como esposa, finalmente, según su necio razonamiento, es el hombre quien toma las decisiones espirituales en el matrimonio. ¡Nada más lejos de la realidad, especialmente hablando de una mujer inconversa!
Si ya de por si una mujer nacida de nuevo tiene duras batallas para someterse gozosamente al liderazgo masculino, para una mujer en su estado natural esto es un verdadero imposible.
Basta una ligera mirada a nuestro alrededor para darnos cuenta de los desastres causados por una decisión apresurada, muy lejos de lo que Dios hubiera deseado para ellos.
Vemos vidas desperdiciadas, hombres y mujeres atrapados en los afanes de este mundo a causa de que ambos cónyuges no miran unidos hacia la Ciudad Celestial.
Es por ello que mi oración es porque Dios les dé sabiduría y paciencia a los hombres y mujeres solteros que verdaderamente han nacido de nuevo y desean, por tanto, obedecer a Dios y glorificarle en sus vidas.
Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón;sí, espera a Jehová.
Sal. 27:14
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