domingo, 18 de octubre de 2015
Día exclusivo
Hace ya varios domingos que me permití restarle importancia al día del Señor, Dios del cielo y de la tierra. Poco a poco he ido tomando tiempo para otras cosas no exclusivas. El mayor y más dañino es el trabajo. Bajo el pretexto de que si no lo tomas cuando hay lo extrañarás cuando no, he ido permitiendo que me robe los espacios más valiosos e importantes de la semana: los momentos de comunión con mi Redentor y Dios. Espero y oro porque este sea el inicio de un verdadero arrepentimiento y que El Padre me dé fuerzas para vencer la irrisoria ansiedad del "no hay trabajo". Hoy es SU día, de Él, no mío.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)